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ADICCION A LA COMIDA

Algunas personas creen que los alimentos ricos en grasas o azúcar pueden ser adictivos, lo que hace que las personas los consuman en exceso, favoreciendo así la obesidad. ¿Debe darse a estos alimentos el mismo trato que al alcohol o al tabaco? ¿O estamos confundiendo los términos “adicción”, “ansia por la comida” y “trastornos relacionados con la alimentación”?

¿Por qué se habla de “adicción” en el contexto del consumo de alimentos?

La adicción se caracteriza por el uso compulsivo de una sustancia, su consumo incontrolado y la existencia de síntomas del síndrome de abstinencia (como ansiedad e irritabilidad) cuando se impide el acceso a dicha sustancia. Las personas que padecen trastornos alimentarios, como trastorno por atracones compulsivos, bulimia nerviosa y anorexia nerviosa, suelen mostrar estos síntomas, lo que sugiere que existen similitudes entre el modo que tiene el organismo de reaccionar ante el uso de las drogas y la alimentación compulsiva.

Se cree que en el cerebro hay vías comunes que son las responsables de la sensación de placer derivada del consumo de alimentos y el uso de drogas. Por ejemplo, estudios realizados en ratas de laboratorio muestran que el consumo excesivo y repetido de azúcar puede sensibilizar los receptores cerebrales a la dopamina (una sustancia que se produce en el cerebro cuando experimentamos placer) de modo similar a lo que ocurre al abusar de drogas ilegales. Los estudios realizados en personas mediante técnicas de neuroimagen, que permiten ver imágenes de la estructura y el funcionamiento del cerebro, también indican que existen similitudes entre la respuesta fisiológica que se produce en anticipación a una comida apetitosa y al abuso de drogas. Por ejemplo, se libera dopamina en las mismas regiones cerebrales.

TRANSTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA:

BULIMIA Y ANOREXIA

Los bulímicos son capaces de ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo y, luego, se generan conductas purgativas como autoprovocarse vómitos o consumir laxantes y diuréticos en forma indiscriminada. La rutina la rematan con desayunos compensatorios que, finalmente, los llevan a repetir el ciclo.

Los anoréxicos tiene una marcada tendencia a la inanición, acompañada por un temor e irracional hacia los alimentos. Se niegan a comer, tienen terror a aumentar de peso, se vuelven incapaces de reconocer los riesgos que eso provoca y oscilan permanentemente entre la hiperactividad y la depresión.

Sintomas de la anorexia
1) Negativa a mantener el peso corporal por encima de un peso normal mínimo parar edad y altura, por ejemplo, perdida de pese dirigida mantener el peso en 15 por ciento por debajo del esperado.
2) Intenso temor a aumentar de peso o engordar, aun cuando tenga peso insuficiente.
3) Percepción distorsionada del peso, tamaño o figura de su cuerpo.
4) En las mujeres, la ausencia de por lo menos tres ciclos menstruales consecutivos.
En general, usted puede estar absolutamente seguro de que una persona tiene anorexia si observa las siguientes tres semanales de alarma constantes y esenciales:
1) Peso corporal anormalmente bajo.
2) Mantenimiento deliberado de ese peso corporal mediante dieta, ejercicio, abuso de laxantes o diuréticos, o una combinación de los tres.
3) Síntomas de inanición.
El rasgo común de este desorden alimenticio, es el intentar a como de lugar, mantener el control sobre la cantidad de comida que se ingiere. Periodos de ayuno, conteo obsesivo del contenido calórico de los alimentos, el ejercicio compulsivo, y/o la purgación después de una comida regular, son los síntomas otros de estos síntomas. En muchos casos estas personas aparentan tener hábitos alimenticios normales con algunos periodos de restricción. Los anoréxicos son conocidos por comer "galguerías", particularmente dulces, toman grandes cantidades de café y/o fuman.


Síntomas de la bulimia
1) Episodios recurrentes de atracones de comida.
2) Una sensación de perdida del autodominio durante los atracones de comida.
3) El uso regular de vomito autoinducido, laxantes o diuréticos, dieta estricta o ayuno, o ejercicio muy energético para evitar el aumento de peso.
4) Un mínimo de dos episodios de atracón de comida a la semana durante al menos tres meses.
5) Preocupación exagerada por la figura y el peso corporal. Las bulímicas están continuamente obsesionadas por su aspecto y trabajan duro para ser lo más atractivas posibles.
6) Antecedentes de dietas frecuentes. Muchos estudios han revelado que casi todas las 
personas que desarrollan bulimia han realizado frecuentes intentos de controlar su peso.
7) Síntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad creciente.
8) Excesivo temor a engordar. En un estudio reciente, el 92 por ciento de las pacientas bulímicas encuestadas dijeron que sentían pánico o mucho temor a engordar.
9) Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
10) Mantenimiento de al menos un estándar normal mínimo de peso. A diferencia de las anoréxicas, las bulímicas no tienen una figura demacrada que las traicione. Por supuesto, muchas mujeres con anorexia también desarrollaran bulimia.
En síntesis, los desordenes alimentarios, el miedo a la obesidad y las conductas extravagantes en relación con la comida son algunos de los principales síntomas.

TRATAMIENTO

Es fundamental la recuperación del peso y los hábitos alimentarios adecuados. Se hace hincapié en los aspectos nutricionales y en los factores psicológicos.

También es importante que se rompan los círculos viciosos de conductas familiares que mantienen el trastorno alimentario. Por ejemplo, hay que tratar en algunos casos que los padres sean menos exigentes y sobreprotectores con sus hijos, de esta manera la persona se sentirá más libre y podrá forjar su propia identidad, aunque difiera de las expectativas de sus padres (recordemos que generalmente nunca se aleja demasiado de lo que ellos esperan).

Se focaliza en la estabilización del peso, el restablecimiento psicológico y la prevención de recaídas. El tratamiento es fundamentalmente ambulatorio y su duración varía de acuerdo al caso. El tratamiento ambulatorio es más eficaz para pacientes jóvenes y con una evolución corta del trastorno.

Utilizamos técnicas adecuadas y eficaces para este tipo de trastornos. Los aspectos conductuales comprenden las técnicas para favorecer la desaparición de conductas anómalas, como por ejemplo los malos hábitos alimentarios, el aislamiento social, los conflictos interpersonales, etc. Los aspectos cognitivos hacen referencia el tratamiento de las creencias irracionales hacia la comida y el aumento de peso, preocupaciones excesivas, 
autocríticas.

 

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